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Reflexiones de un viaje al Imperio de Disney

 

Ese Imperio tan criticado por el presidente y de algunos partidarios de este gobierno, pero que muchos de ellos siguen dejando sus dólares  en estupendos espectáculos que entretienen a grandes y chicos y que creo que es muy difícil que se logren implementar en Venezuela con una cultura de respeto, limpieza, orden, calidad, seguridad entre otras características.

Por comentarios y porque lo viví, si hay cierto recelo a los latinoamericanos y a venezolanos en ciertas autoridades del norte, posiblemente hay fanáticos de Busch , que al saber que venezolanos que critican al Imperio o a su presidente, quieren pagar con los visitantes venezolanos en ese país y le hacen pasar un mal rato  en inmigración. Hay un famoso cuartito en inmigración el cual lo conocí junto con mi familia y vi en la cara de mucha gente la angustia y la espera de poder salir pronto, porque eso retrasa todo el viaje y más si tienes conexiones con otras ciudades, al final todo bien y sin explicaciones, pero conocí otro cuartito más selectivo, para que sepan hay varios en inmigración. Las maletas después de una hora nos esperaban tranquilitas y solitas a un lado de la maquina que les da vueltas y sin estar abiertas ni perdidas, (¿se parece mucho a Venezuela?).

Al salir de los cuartitos salimos rumbo a los autobuses que te llevan a buscar tu carro si es que alquilaste alguno previamente o directamente te montas en el que tu quieras de preferencia y vas rumbo a la agencia, esto no a cambiado nada en relación a hace 15 años. Llegamos a la agencia y fue relativamente rápido la entrega del carro de tu preferencia y de tú presupuesto, generalmente moderno, nuevo y tanque lleno. Tienes que preguntar para no perderte, si no estas acostumbrado a estar en Miami, pero ellos te dan un mapa y con un buen copiloto y sin angustias puedes salir de Miami rumbo al Imperio de Disney  es decir Orlando en la Florida, y llegas en aproximadamente en 3 horas y media a  de 60 a 70 millas por hora, y les recomiendo no pasarse de esta velocidad, y además no pasar por los FastPass exclusivos para residentes de Florida o para personas que ya han pagado esta modalidad de impuesto, pues tienen mucha posibilidad de multa de 100 dólares y colóquense el cinturón de seguridad siempre .Les sugiero si van a este Imperio de Disney  pagar en el Toll regularmente que al final son como 15 dólares hasta Orlando a menos que tomen otras vías sin Toll. Las carreteras sin un solo hueco y esto tampoco ha cambiado desde mi último viaje hace 15 años. Y con propiedad les puedo decir que no se parece en nada a nuestras querida Venezuela, llena de huecos, pues viaje a Caracas desde Barquisimeto y lo corroboré. Hay un deterioro en las vías Venezolanas, ¿será por falta de mantenimiento o el descuido de los peajes?

Llegamos a un hotel modesto, pero completo y amplio en las habitaciones en Kissinmme , pueblo moderno con múltiples negocios de comida y tiendas de todo tipo en una larga avenida la 192, y muy cerca de los parques de Disney. Eso sí, el trato frío del americano, no se compara con el alegre del latino.

Les recomiendo comprar entradas en los Parques de su preferencia y tiempo de estadía, hay paquetes que venden en muchas partes, pero la diferencia es muy pequeña y en ocasiones hay ofertas engañosas. Usen la modalidad  en las diversiones de los fasspass en los parques, si quieren ahorrar tiempo en las colas, sobre todo en temporada alta y si tienen poco tiempo para estar en Disney. Personalmente en las tiendas de los parques no me pareció  tan caro en relación a las de afuera, pero hay artículos que no se consiguen fuera. Las  tiendas grandes fuera de los parques están en este momento muy económicas en relación a los precios de Venezuela, posiblemente por el cambio del dólar actual del gobierno venezolano y espero que el presidente lo siga manteniendo para los chavistas y no chavistas.

La alegría de los niños y no muy niños en esos parques, también el cansancio de las caminadas se refleja en los rostros de los turistas, pero hay orden y limpieza por todos lados, baños amplios y sobre todo espacio para los discapacitados y  todos los parques accesible para ellos; esto si lo tienen que aprender muchas autoridades venezolanas y futuros gobernadores, alcaldes  y constructores cuando construyan espacios recreativos y no recreativos a los ciudadanos

Falto dinero y tiempo para seguir disfrutando con la familia lo maravilloso de ese Imperio, pues en Venezuela no lo tengo, duélale a quien le duela. En Venezuela tengo los paisajes como los de  Canaima,  los médanos, playas maravillosas, sabanas, Mérida, etc., es otro tipo de diversión y no he visto espectáculos en Venezuela comparables con lo vivido en el Imperio y no creo que en este socialismo lo podremos tener algún día, a menos que se lo proponga  en  construir estos grandes complejos de diversión  y así no tendremos que ir a gastar nuestro dinero en el Imperio, algún día tienen que pensar en hacer  varios complejos grandes en Sur  América de diversiones como los de Disney para hacer más asequibles y sirva de fuente de empleo y turismo para el pueblo y de todos los niños y no niños, señores alcaldes y gobernadores convenzan al presidente que no todo lo del Imperio es malo. En definitiva no hay comparación, además ese imperio de la diversión esta lleno de los que se dicen chavistas y llevan también a sus hijos  y esos mismos chavistas son los que se montaron en el portaviones y se aprovecharon de los puestos de gobierno.

El regreso del imperio fue a través de la tormenta Fay, pero con poca preocupación pues sabía que no había huecos en la carretera  que pudiera producir un desperfecto en los cauchos y tranquilamente a menor velocidad llegue  de nuevo a Miami, donde estuve un día encerrado en el hotel por la famosa tormenta y no pude ver con mi familia los famosos  Mall de Miami, donde por el cambio de dólar las compras se me hicieron más baratas  sobre todo en relación a la ropa, comida, juguetes y otras cosas, excepto los líquidos como los famosos refrescos, el agua y la gasolina que es muy cara.

 Creo que en EE.UU. me quitaron los candados de las maletas, pero no me falto nada en su interior, la preocupación empezó en Venezuela, pero tampoco paso nada. No se puede comparar esos pocos dólares que da Cadivi con los de Antonni Wilson en su famosa maleta.

Gracias a Dios, a mi trabajo diario, a Cadivi, y al banco Central que me financió el viaje, pude estar en el Imperio con mi familia y con ganas de regresar a pesar de conocer internamente el laberinto de los pasillos de inmigración.

 

rdlchez@hotmail.com

 

Rubén Lopera

 

 

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